¿Glovo? ¿Uber Eats? ¿Deliveroo? ¿Just eat? ¿Cómo funcionan?


Dice Glovo que de cada pedido de 20 euros solo se lleva uno. Que 5 euros van a los repartidores, 13,65 euros al establecimiento y 35 céntimos a Hacienda. Que ese euro de beneficio por pedido lo destinan a atención al cliente, plataforma de pago y devoluciones. Entonces, ¿dónde está el negocio?

En estas empresas cuya misión es clara, la economía colaborativa, la inversión en infraestructura es mínima. ¿Te habías preguntado de quien es la bici o la moto que usan? Si es así, te sorprenderá saber que en la mayoría de los casos los dueños de los vehículos son los propios mensajeros.

Estas empresas defienden algo muy claro: ellos tan solo son un punto de encuentro entre los consumidores, los restaurantes y los repartidores. “Somos empresas que desarrollan tecnología y la ponen al servicio de sus usuarios” defiende Manuel Pujol, director general de Uber Eats. Estas aplicaciones son un conjunto de algoritmos que, por un lado, se encargan de gestionar los pedidos, avisar a los repartidores más cercanos y calcular rutas óptimas para los repartidores, pero, además, son capaces de predecir los gustos de los clientes y lanzar ofertas según te van conociendo.

El funcionamiento es sencillo, cuando un nuevo repartidor con moto o bici se apunta a la plataforma, la empresa los forma, a continuación, el repartidor fija su horario de trabajo de manera que lo puedan alternar con otro trabajo o actividades. Cuando alguien hace un pedido, los repartidores reciben una notificación y deciden si pueden encargarse o no del encargo. No suena mal ¿verdad?

Sin embargo, no todo es tan bonito a los ojos de todos. Hay quien llama a estos repartidores “los nuevos esclavos”, existen estudios que dicen que el 70% de los trabajadores de estas apps no tienen protección social.  Además, existe la queja colectiva de que estos repartidores son “falsos autónomos”. Estas empresas han tenido que pasar diferentes Inspecciones de Trabajo y, finalmente, se ha sentenciado que los “riders” son, efectivamente, falsos autónomos para el caso de Glovo. Adjunto algunos links por si quieres leer más al respecto.

¿Por qué ha tenido tanto éxito este tipo de negocio? Cada vez más, el ser humano valora más el tiempo. Vivimos en un mundo donde nos faltan horas y, por tanto, tareas como hacer la compra o dedicar tiempo a cocinar pasan a segundo plano. Así, la idea de que te lo traigan hecho a casa con un solo clic ha resultado muy exitosa en muchos hogares. Pero, no se queda ahí, si miras desde el otro punto de vista (los restaurantes y tiendas) solo podrás ver ventajas. Para ellos, simplemente supone el incremento de ventas. Lo único que tienen que hacer es mandar una propuesta a estas apps y, si les gusta tu oferta de comida, te añadirán a su red de oferta de restaurantes.

Links de noticias:

https://www.elperiodico.com/es/economia/20190213/sentencia-madrid-repartidores-glovo-falsos-autonomos-7302508

https://www.eldiario.es/economia/trabajadores-nueva-economia-proteccion-social_0_718828781.html

https://www.elespanol.com/economia/empresas/20181116/negocio-glovo-supermercados-cocinas-propias/353466115_0.html

https://www.elperiodico.com/es/economia/20180919/glovo-repartidores-falsos-autonomos-sentencia-7042496

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