¿Quien paga las devoluciones?


Hoy en día, casi todas las grandes superficies tienen políticas de devolución cara a sus clientes, de manera que, si no estás conforme con el producto en un plazo determinado, puedes devolverlo fácilmente con llevar el ticket y el embalaje original, a pesar de no estar obligados por ley. Estas políticas favorecen a los clientes, pero ¿quién paga el precio de esas devoluciones?

Estos mayoristas suelen tener contratos con sus proveedores donde se estipula que estos deberán de responsabilizarse tanto el sobrante de las campañas como los productos defectuosos. De esta forma, cuando devolvemos un producto defectuoso a una gran superficie, ésta nos devuelve el dinero (en efectivo o cupón), y pasa la factura de la unidad defectuosa a su proveedor, quien debe de retornar el dinero de ese producto a su cliente.

Cuando finalizan las campañas, como puede ser la de navidad, los proveedores deben de encargarse de ir a los centros a retirar la mercancía sobrante, y deben de devolver a la plataforma el importe que recibieron por esa mercancía. Así, esa mercancía recibe un coste de transporte tanto de envío como de recogida, pero no aporta ningún beneficio para la empresa. También deberán de imputársele los costes de manipulación una vez llegue al almacén, donde puede darse la situación de que el embalaje del producto de haya dañado en algún punto del trayecto.

Estas recogidas de mercancía pueden llegar a ser una odisea para las empresas. Grabar una recogida no implica que el transportista vaya al centro, que el bulto esté bien identificado y que esa mercancía se recoja. Se puede dar la situación de que la recogida se grabe durante días, semanas e incluso meses sin que nunca se recuperen esas unidades, hasta llegar al punto donde resulta más sencillo mandar a destruir las unidades en el centro que seguir intentando retirarlas.

Debido a estas situaciones, las devoluciones pueden llegar a suponer un gran coste para algunas empresas. Esta situación tan solo empeora cuando se devuelve íntegramente un pedido al finalizar la campaña, y la empresa había pagado el envío urgente de esas unidades para que llegaran antes de finalizar la campaña, como ocurrió en la empresa donde trabajaba en alguna ocasión.

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