Repercusiones del COVID-19 para la logística


Actualmente nos encontramos en una situación de crisis global marcada por la pandemia del COVID-19 y gran parte de los procesos productivos han sido afectados, sobre todo la logística. En un entorno globalizado en donde las empresas requieren reducir costes en materias primas y así mantenerse competitivas en el mercado que se desenvuelven. Las empresas han deslocalizado su producción y actividades productivas a países en donde pueden obtener mayores beneficios. A su vez, la reducción de costes logísticos es una ventaja competitiva en las cadenas de suministro, pues la globalización y el desarrollo de las tecnologías e información han permitido a las empresas mejorar la trazabilidad de sus envíos, hacer uso de las economías de escala y modos de transporte eficientes que garanticen la calidad, precio, fiabilidad, flexibilidad y las condiciones de entrega en el envío de sus productos satisfaciendo así las necesidades de sus clientes tanto a nivel local como global.    

La logística es el conjunto de actividades complementarias al sistema de producción y tienen como objetivo movilizar tanto materiales como información a lo largo de la cadena de suministro de las empresas facilitando así el flujo de materias primas, productos semi-terminados y productos finales hasta la entrega de los mismos al cliente a un precio razonable y en las condiciones y lugar establecido. Además la logística se divide en tres áreas: aprovisionamiento, almacenamiento y distribución, las mismas que son de vital importancia para la subsistencia de las empresas y las cadenas de suministro y más aún en esta situación de pandemia a nivel global.

Como sabemos cada uno de los equipos, materiales, alimentos, ropa y pertenencias que tenemos tuvieron que ser transformados en productos finales a partir de la extracción de materias primas, estas tuvieron que ser transportadas a las fábricas para su aprovisionamiento y almacenamiento para luego ser transformadas en productos semi-terminados y finales con valor añadido para ser nuevamente almacenados “momentáneamente en algunos casos” y para finalmente ser distribuidos a los puntos de venta en donde se tiene el contacto directo con los consumidores. Es aquí en donde el COVID-19 ha tomado un papel importante a nivel mundial ya que las empresas para garantizar su sobrevivencia deben adaptar sus recursos y procesos logísticos (aprovisionamiento, almacenamiento y distribución) para la entrega al consumidor a las puertas de sus hogares, pues es ahí en donde las grandes empresas que cuentan con un gran poder adquisitivo o que forman parte de cadenas de suministro robustas han podido adaptarse a la situación y sacar provecho de sus capacidades, se han abastecido de grandes volúmenes de materias primas para luego transformarlas en grandes volúmenes de productos terminados, aprovechando su capacidad y las economías de escala. Esta situación del COVID-19 puede presentar grandes inconvenientes a nivel de la competencia entre las empresas, pues aquellas que no puedan adaptar su capacidad y sus procesos logísticos perecerán. Lo mismo sucede en los supermercados de Sudamérica en este caso “Ecuador”, aquellas personas que cuentan con un mayor poder adquisitivo se aprovisionan de una mayor cantidad de productos dejando desabastecidos a los supermercados que debido a la situación las previsiones de venta no les han servido de nada y menos aún se iba a tener en cuenta la compra desmesurada de algunos clientes, pues los que no han podido abastecerse a tiempo pasan hambre generando un mayor efecto látigo en los eslabones superiores de la cadena de suministro. Considero que este ejemplo cotidiano permite realizar la comparativa de lo que está sucediendo con las empresas y la amenaza inminente del virus,  lo que las obliga a adaptarse y mejorar sus procesos para sobrevivir en el entorno.

Fernando Ottati,

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