La caída del más grande


Hace unos pocos años empecé a tocar la guitarra, utilizando una antigua que tenía por casa. Con el paso del tiempo me fui metiendo más en el mundillo, conociendo un mundo que siempre había estado ahí pero que nunca había llegado a ver.

Escribo estas líneas porque hay un caso que me parece realmente impresionante, y no es más que el caso de Gibson. Gibson es una de las empresas más importantes, si no la que más, de fabricación de guitarras. Sus guitarras han sido utilizadas por grandes músicos a lo largo de su historia, como podrían ser Eric Clapton, Slash (Guns N’ Roses), Angus Young (AC/DC) o Jimmy Page (Led Zeppelin).

Sin embargo, a mediados de 2018 Gibson se declaró en bancarrota. ¿Cómo podía haber sucedido esto? ¿Cómo podía ser que la empresa más grande del mundo en lo que a guitarras concierne se declarara en bancarrota? ¿Cómo puede ser que Gibson hubiese llegado a tal extremo?

Para empezar, hay que destacar que no hay un solo motivo por el cual la empresa se encuentre en dicha situación, sino más bien han sido un cumulo de acontecimientos que han desembocado en la quiebra de la empresa estadounidense.

En primer lugar nos encontramos con la pérdida de calidad de los modelos sacados a partir del año 2007. Esto provocó que los clientes estuvieran menos dispuestos a pagar los precios que proponía la empresa por unas guitarras que ya no eran tan fiables.

En segundo lugar tenemos la mala acogida de los nuevos diseños lanzados durante los años 2005-2010, donde Gibson trató de sacar versiones alternativas de los clásicos junto con nuevos diseños propios .

Además de esto, hay que tener en cuenta el cambio sufrido en las tendencias musicales durante los últimos años, donde el rock ha pasado a estar en un segundo plano por el auge de nuevos estilos musicales como el pop, el reggaetón o el trap, géneros que no utilizan guitarras eléctricas.

¿Pero se le puede achacar toda la culpa al cambio de tendencia musical? Obviamente no, ya que el problema no ha sido que las nuevas tendencias hayan hecho descender el número de guitarras vendidas, sino más bien, que el nombre “Gibson” no ha sido suficiente para que los compradores se decanten por una de sus guitarras, ya que en la actualidad existen muchos fabricantes de guitarras de buena calidad y que ofrecen unos precios mucho menores que los de Gibson. El problema principal de la empresa estadounidense es que no ha explotado correctamente su imagen de marca, y junto a los elevados precios y las malas decisiones de los últimos años han llevado a la empresa de fabricación de guitarras más importante de la historia a la quiebra.

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