Uruguay inaugura el centro logístico de alimentos más moderno de Latinoamérica


Quería compartir con ustedes esta noticia, acerca de mi país Uruguay, que me enorgullece. Porque no solo somos un país reconocido por sus jugadores de fútbol y la calidad de la carne vacuna, sino también por tener el mercado mayorista de alimentos más moderno de Latinoamérica.

En febrero del presente año se inauguró en las afueras de Montevideo, capital del país, la Unidad Agroalimentaria Metropolitana, más conocida por su sigla UAM.  Se trata de un moderno complejo para la comercialización de frutas y hortalizas, entre otros productos, que sustituye al viejo Mercado Modelo, que operaba en la capital desde el 31 de enero de 1937. El antiguo mercado concentraba el 64% del volumen de frutas y verduras que se consumen en Uruguay, y entre el 85% y el 95% de lo que se comercializa.

Este proyecto demandó una inversión público-privada de 100 millones de dólares, los cuales se destinaron al desarrollo de la infraestructura y de servicios para potenciar el crecimiento económico y la competitividad de las empresas del sector mayorista de distribución alimentaria y el desarrollo de actividades complementarias y conexas. Cuenta con una superficie de 95 hectáreas, de las cuales 65, ya están operativas. Y reúne a más de 500 operadores que generan empleo para aproximadamente 7.000 familias. Estas características hacen de UAM la primera plataforma logística de comercialización mayorista de alimentos del país.

Al Mercado de Frutas y Hortalizas que ya funcionaba en el antiguo espacio, se incorporan tres nuevas áreas de negocio, que son el Mercado Polivalente, la Nave de Actividades Logísticas y la Zona de Actividades Complementarias, por las que se espera pasen diariamente unas 10.000 personas.

  • Mercado de Frutas y Hortalizas (MFH): Aquí se encuentran los mayoristas del sector frutihortícola. Estos espacios están conformados por módulos flexibles, en los que se da respuesta a las diferentes necesidades de las empresas del sector. Los locales disponen de muelle para abastecimiento y desabastecimiento y exposición de cara al pasillo central en el que circulan los compradores.
  • Mercado Polivalente (MP): Aquí se ubican las empresas que comercializan productos de alimentación como cereales, conservas, quesos, lácteos, huevos, especias, chacinados, los cuales complementan la venta de producto fresco del Mercado Mayorista de frutas y hortalizas.
  • Nave de Actividades Logísticas (NAL): Es un espacio diseñado para el desarrollo de actividades de empaque, selección, calibrado, lavado del producto, preparación de pedidos para los diferentes canales de distribución, y el desarrollo de otras actividades de valor agregado, como la manipulación y transformación de productos frescos.
  • Zona de Actividades Complementarias (ZAC): Es un área dedicada a empresas que tengan necesidades específicas de suelo con todos los servicios básicos, para desarrollar instalaciones y edificaciones a medida, y realizar actividades relacionadas con la industria alimenticia, o con la prestación de servicios a otros operadores de la UAM. Es ideal para empresas que ofrezcan servicios de almacenamiento, congelación y refrigeración, manipulación y procesamiento de alimentos para añadir valor al producto. También para centros de clasificación, envasado, plataformas de compra de cadenas de supermercados e hipermercados, distribuidores y empresas de importación-exportación.

En la primera semana de su inauguración, los ingresos superaron a la mejor semana de venta de todo el 2020. Esto podría ser consecuencia de la llegada de nuevos compradores y de aquellos que habiendo dejado de adquirir los productos frescos en el antiguo Mercado Modelo, ahora retomaron dicha costumbre.

Los cambios estructurales de la sociedad relacionados con el consumo de alimentos, afectan de forma decisiva la apuesta y la operativa de los mercados mayoristas. Uruguay no está ajeno a esta transformación y la UAM supone dar un salto de un mercado de primera generación, como lo era el Mercado Modelo, a uno de cuarta generación, mejorando la higiene, la conservación y manipulación de los productos, gracias a modernas e innovadoras instalaciones y servicios de frío, que resultarán en una reducción de las pérdidas y desperdicio de alimentos. Por lo tanto, se produce una necesaria mejora ambiental, además de logística.

Los mercados mayoristas cumplen una función indispensable en la transformación de los sistemas agroalimentarios para que sean más sostenibles económica, ambiental y socialmente.

¡Hasta la próxima!

Magdalena Cabrera

Burning sale


En la clase anterior mencionamos la importancia de diferenciar entre una mala gestión de los stocks y la generación por parte de la propia empresa de productos obsoletos, al estar constantemente innovando. En la industria textil, muchas firmas comerciales han pasado de tener tres o cuatro colecciones al año a tener nuevos modelos cada dos semanas. Así mismo mencionamos, que existen grandes marcas de diseño que prefieren quemar sus productos antes que rebajarlos para que no se devalúe la imagen que proyectan de lujo y exclusividad. Esto me impactó, por lo que me puse a investigar qué es lo que hacen con los productos obsoletos en la industria de la moda.

Cada año se fabrican más de 150.000 millones de prendas. De esa cifra un 30% nunca llega a venderse. Las tendencias de moda de hoy son la basura de mañana. Un círculo vicioso en el que la producción de ropa ha alcanzado un nivel insostenible. La presión del mercado ha potenciado la ‘fast fashion‘, de consumo rápido, compulsivo y de duración mínima.

Las empresas textiles accesibles al consumidor en general, cuentan con un sistema multietapa para deshacerse de las colecciones. Primero venden los excedentes en primeras, segundas y hasta terceras rebajas. El excedente de dichas rebajas es enviado a los Outlets, segunda etapa del proceso. Los Outlets pueden ser tiendas físicas de cada firma, o tiendas digitales de compras privadas online o ventas flash, tipo Privalia  o Veepee, las cuales contribuyen una alternativa más rentable para la marca que una tienda física. Por último, las grandes cadenas, donan o reciclan las prendas excedentes al final de cada temporada a organizaciones no gubernamentales, con las que generalmente tienen acuerdos de colaboración. Sin embargo, los excedentes que no alcanzaron venderse a través de los métodos anteriormente descritos, finalizan en vertederos o son incinerados.

Por otro lado, se encuentran las marcas de diseño más exclusivas, las cuales se han dedicado durante años a incinerar las carísimas creaciones que no lograban colocar en el mercado. Marcas como Burberry, Chanel, Louis Vuitton o Hermès prefieren eliminar sus ‘stocks’ antes que donarlos o reciclarlos, cada vez que entran en temporada de saldos.  Lo que conlleva que al día de hoy la industria textil sea la segunda industria más contaminante del mundo, por delante de la ganadera y sólo por detrás de la petrolera.

Sin embargo, a razón de la evolución en la conciencia medioambiental que globalmente se percibe, la industria de la moda ha comenzado a realizar actos para contribuir con el medioambiente. Burberry, solo en lo que fue el año 2017, envió al crematorio piezas sin estrenar por un valor cercano a 35 millones de euros. Cuando en el año 2018 anunció públicamente que dejará de incinerar sus prendas obsoletas de alta gama, el director ejecutivo de Burberry dijo: «El lujo moderno significa ser social y ambientalmente responsable». Al día de hoy, pasó a ser una de las firmas de lujo con estrategias sostenibles.

Siguiendo esta línea de cambio, otras marcas exclusivas tomaron medidas como la de no producir en serie, sino a demanda, es decir por encargo de sus clientes.  Aun así, el tema del remanente textil sigue siendo un gran problema. Por ello, algunos países trabajan en fórmulas para acabar con estas prácticas. Francia prevé sacar una ley para prohibir tirar o quemar todo aquello que no se venda e impulsar la obligatoriedad de destinarlo a un proceso de reciclaje o al servicio de las ONGs. Alemania por su parte, estudia medidas similares para el avance de la llamada ‘economía circular’, que persigue reducir la generación de desechos innecesarios.

Nuestras acciones cotidianas tienen consecuencias ambientales. Es difícil pensar en un mundo sin ropa ni textiles, prácticamente no hay forma de eliminar este insumo de nuestra vida diaria. Pero esto no significa que no podamos transitar a un consumo responsable y sostenible.

La próxima vez que estemos por comprar algo basándonos en una tendencia y no en una necesidad pensemos ¿realmente lo necesito?, y contribuyamos al Planeta.

¡Hasta la próxima!

Magdalena Cabrera

¿Sabes que reciclar puede estar al alcance de tu móvil?


Hace algunos días, apareció en mi móvil una noticia que despertó mi curiosidad, el titular decía “Valencia se convierte en la ciudad con mayor población en España en implantar RECICLOS, el sistema de reciclaje con recompensa de Ecoembes”. Al leer la noticia me generó mucho interés conocer más acerca de este sistema, el cual hasta el momento no tenía noción de su existencia, por lo que comencé a investigar. Me gustaría compartir con ustedes algo de lo que pude averiguar.

Reciclos nace hace dos años en el centro de innovación en economía circular TheCircularLab, perteneciente a una organización sin fines de lucro, llamada Ecoembes, que se dedica a la recuperación de envases en toda España. Esta solución moderniza la infraestructura que ya existe en esta ciudad, los tan conocidos contenedores amarillos y azules, con los que los ciudadanos están familiarizados. Su innovación al sistema consiste en que incorpora la tecnología móvil para adaptarlas a los nuevos hábitos. Gracias a esta evolución, se consigue reciclar aún más latas y botellas de plástico de bebidas sin cambiar hábitos ya consolidados de separación de residuos, fomentando hábitos de consumo responsable y, a la vez, impulsa el compromiso con la economía circular.

Otro punto de innovación muy interesante de este sistema, es que convierte el hábito de reciclar en puntos canjeables por incentivos locales sostenibles, con lo que apoyas y mejoras tu entorno más cercano, mediante descuentos en transporte público, movilidad de bajas emisiones, donaciones a ONGs o a proyectos de desarrollo de tu comunidad. El sistema de devolución y recompensa (SDR) de Reciclos es el único que premia el comportamiento medioambiental responsable, a la misma vez que fomenta un consumo responsable y una mejora ambiental y social de su entorno más cercano.

En primer lugar, hay que darse de alta en la webapp de Reciclos. Luego, fotografiar con el móvil el código de barras de las latas y botellas de plástico de bebida que se consuman. Por último, se depositan en el contenedor amarillo de siempre o en las máquinas situadas en lugares de alta afluencia (estaciones, aeropuertos, univerdades, etc.), conectándose a través del código QR con estas infraestructuras (0:20), y contabilizar de esta forma, cuántas veces se ha reciclado. De esta manera, se obtienen recompensas que luego se pueden canjear por incentivos sostenibles. Otro punto a favor, es que la plataforma digital en la que se basa el SDR de Reciclos está desarrollada con tecnología 100% española, Blue Room.

Reciclos busca una evolución del hábito de reciclaje a través del reconocimiento. El ciudadano no solo contribuye a mantener las calles limpias, sino que, además, fomenta una movilidad cada vez más sostenible y el desarrollo de los comercios locales.

¡Con Reciclos, el compromiso con el reciclaje se transforma en un beneficio para toda la comunidad!

¡Hasta la próxima!

Magdalena Cabrera

Ya sé que quiero para mi próximo regalo de cumpleaños… ¡un árbol de naranjas que lleve mi nombre!


¿Has imaginado alguna vez que en tus 50 m2 de apartamento podrías tomar un jugo de naranjas recién exprimido proveniente de tu propio árbol? ¿O comer una tableta de chocolate proveniente directamente de tu árbol de cacao filipino? ¡Pues, yo tampoco!

¿Qué sucede cuando combinamos el uso de herramientas de conexión digital de nuestra era a la búsqueda de soluciones de problemas que acarreamos desde la modernidad? ¡Suceden ideas innovadoras que dan lugar a prácticas innovadoras! Tal es el caso de Crowdfarming.

Crowdfarming es una plataforma virtual colaborativa que se basa en el sistema de adopciones. Un consumidor – llamado crowdfarmer – tiene la posibilidad de adoptar un árbol, una planta o un animal a efectos de disfrutar de un producto determinado, directamente con el productor – llamado farmer-, sin necesidad de intermediarios. De esta forma el farmer, al disponer de datos exactos de la demanda, puede ajustar la producción evitando el desperdicio de alimentos por la sobreproducción y el uso excesivo de recursos, por ejemplo, el agua.

Este tipo de propuesta intenta paliar la paradójica relación de oferta y demamanda, incidiendo en la regulación del mercado de manera menos tercerizada, y más directa y conciente. Iniciativas como Naranjas del Carmen comenzanron proponiendo el concepto de “adopción” del cultivo. Así, cada consumidor paga una cuota por el cuidado, recolección y envío de la fruta a su domicilio, de forma que todos los gastos que conlleva el cultivo de un árbol quedan cubiertos por el consumidor interesado. Actualmente 100 agricultores de varios países de Europa venden su cosecha directamente al consumidor a través de esta plataforma y cuenta con un total de 62.000 adopciones.  

El proceso es sencillo. El primer paso como crowdfarmer es adoptar un árbol, un huerto o un animal. El árbol llevará tu nombre y te reservarán todos sus frutos. Luego, transcurrido el tiempo de cosecha, recibes los alimentos frescos, directamente en tu casa, habiendo sido cultivados por los farmers que tú has elegido previamente al comenzar el proceso. El crowdfarmer puede conocer de primera mano todas las etapas de producción, contando con la posibilidad de realizar visitas a la granja seleccionada. Los alimentos están disponibles según la temporada y no hay obligación alguna de permanencia.  También tienes la posibilidad de realizar compras sin necesidad de adopción de un árbol, huerto o animal, en forma directa.

En cuanto a precios, el farmer puede recuperar el control de los mismos, revirtiendo la situación actual de control de los mismos por parte de grandes intermediarios. Situación que, en exceso de oferta obliga a los productores, a vender por debajo del precio de producción. Precios sostenibles permiten a los propietarios ofrecer condiciones de trabajo más dignas y mayor estabilidad, lo que suponen un impacto económico positivo y de efecto multiplicador que puede ayudar también a mitigar el gran problema de despoblación y desempleo que sufren muchas zonas.

En cuanto al impacto medioambiental, Crowdfarming trabaja con productores sostenibles, es decir, usan cajas de cartón, optimizan el uso del agua en sus cultivos y no utilizan pesticidas, entre otras cosas. Son personas conscientes de los cambios necesarios para tener un impacto positivo en la sociedad.

A nivel logístico Crowdfarming facilita el proceso, siendo el enlace entre el productor y la última milla del transporte agropecuario. Brinda un sistema a través del cual el consumidor, recibe su pedido en la cantidad que le sea necesaria. Este ha sido sin duda uno de los mayores retos de esta startup, el disponer de un sistema de transporte más optimizado.

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas ha advertido de que la incidencia de la  COVID-19 podría casi duplicar el número de personas que padecen hambre aguda. Mientras tanto, anualmente se desperdician unos 1.700 millones de toneladas de comida. En este contexto es que nace Crowdfarming, el cual tiene un gran un impacto económico en zonas donde existen productores que optan por este sistema.

En general, los que vivimos en la ciudad desconocemos el origen de nuestra comida, no sabemos el proceso que esta tiene, ni sus tiempos, o las consecuencias de efectos externos. Crowdfarming, crea la oportunidad al consumidor de formar parte del ciclo productivo de los alimentos, comprando una experiencia con la naturaleza y creando conciencia con el medioambiente. En tiempos donde la inmediatez es el factor diferencial, poner en marcha un servicio que ofrece productos que dependen íntegramente de la naturaleza es un gran reto, cuya solución pasa por la concientización de los consumidores sobre los beneficios de esa espera.

¿Qué os parece esta idea? Los invito a visitar la web y ver la variedad de productos que pueden adoptar.

¡Hasta la próxima!

Magdalena Cabrera

Puntos que hacen la diferencia


Repasando los apuntes de clase e intentando seleccionar un tema interesante para compartir por este medio, llamó mi atención un titular que anunciaba “Diseño pensando en TODOS”. Debo reconocer que hasta ese momento no había reparado en quienes podían quedar incluidos en ese “todos”. Especialmente nunca había considerado la necesidad de un packaging inclusivo y en la dificultad que supone la diferenciación de productos para las personas no videntes o con baja visión.

Enseguida seguí preguntándome, ¿cuántas actividades realizamos en nuestra vida cotidiana que nos parecen tan simples y para otras personas pueden ser todo un desafío? ¿cuántas cosas más naturalizamos y no consideramos en las diferencias humanas?

Actualmente, gran parte de los productos que se ofrecen en los supermercados no tienen etiquetado en braille y la información que aparece en los envases es minúscula. Al tacto, una lata de refresco es idéntica a una de cerveza, y un brick de leche a uno de vino. Para concientizar sobre lo anteriormente dicho, la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha lanzado la campaña “Alimentos con su punto”; la cual incluye el video que se comparte a continuación:

En este video se puede apreciar al cocinero Sergio Ramos tratando de preparar un desayuno a partir de alimentos de la nevera todos pintados de blanco y sin identificar, “poniéndose en la piel” de una persona no vidente. Ilustra gráficamente las dificultades que se presentan a diario para estas personas y permite aproximarse a la experiencia con un poco de humor ya que ¡finaliza poniéndole vino a sus cereales!

 Para paliar la falta de accesibilidad, en febrero de 2019 se anunció el inicio de un proyecto de colaboración entre Lacía (agencia especializada en diseño de packaging) y la Comisión Braille Española (CBE). La CBE asesorará en el diseño de empaquetado de productos para que los envases sean más accesibles a dichas personas.

Como alternativas intermedias, mientras el mercado se actualiza en la adopción del empaquetado inclusivo, se están desarrollando diferentes e interesantes proyectos. Actualmente, las etiquetas reutilizables CanDo, disponibles en Canadá y EEUU, facilitan la identificación del contenido de los distintos envases en el hogar a través de anillos de plástico semiflexible, 100% biodegradables y compostables. Su uso es muy sencillo, es como envolver una lata con un brazalete y, además de ser reutilizable, se pone y quita fácilmente.

También hay alternativas desarrolladas a partir de softwares o páginas web, como es el caso de Alblin, primera tienda online en ofrecer productos con etiquetado en braille; o el caso de Envision Al, Pocket Vision, o Cash Reader, apps diseñadas para utilizar la cámara del móvil e identificar productos o billetes.

La naturalización quita la posibilidad de pensar las cosas de otra manera, de ponernos en distinta perspectiva y considerar otras realidades. En gran parte, el mercado homogeneizado para cierta experiencia de consumo aporta lo suyo al mismo fin. Sin dudas, es imprescindible diseñar envases pensando en todos. La accesibilidad y universalidad deben ser metas en el desarrollo de productos y bienes de consumo, en el camino hacia una sociedad más justa e igualitaria.

¿No les parece increíble que unos «simples puntos» pongan tanta distancia en el acceso al consumo de manera considerada a todo un sector de la sociedad?

¡Hasta la próxima!

Magdalena Cabrera