La aparición del Covid-19 y sus repercusiones eran impredecibles en la industria logística y en todas las cadenas de suministros, esto ocasionó que a lo largo de los últimos meses de la crisis sanitaria las ventas de muchísimos negocios se vean disminuidas, y otros incluso llegaron a quebrar. Esto obligó a algunos sectores a replantear sus estrategias de ventas y de entrega de sus productos, valiéndose así de herramientas digitales y del internet, tendiendo al eCommerce como su protagonista.
Según el VII Estudio Anual de eCommerce en España 2020, liderado por la Comisión de eCommerce de IAB Spain, el Covid-19 cambiará el eCommerce para siempre, y esto ocurre principalmente a la causa del confinamiento que estamos pasando en la mayoría de los países del mundo. En España, por ejemplo, según el estudio antes mencionado, el 70% de su población compra online y el 25% afirman que en la nueva normalidad lo seguirán haciendo.
Es así como Amazon tuvo que anunciar contrataciones, por otro lado, las paqueterías subieron del 10 al 20% sus plantillas y en México, por ejemplo, el eCommerce creció en 112%. Teniendo este precedente, si bien la gente ya empezaba a comprar en internet, había que solucionar otro problema que era la manera en que se iba a entregar los productos, y es aquí donde surge la necesidad de gestionar la logística de última milla.
Como bien conocemos, la última milla es la gestión de transporte de paquetería centrado en el trayecto final de entrega de un producto, y que, en su mayoría, se agrupa con otras entregas cercanas para maximizar la eficiencia de la distribución en cada sector. La última milla, a su vez es considerada la etapa más costosa, ineficiente y contaminante del proceso logístico; sin embargo, es una de las más vitales porque es el medio por el cual los clientes tienen acceso directo a los productos.
Ignacio Szymanski, quién es parte del Consejo Directivo de Soy Logístico, una organización dedicada a la capacitación de profesionales de la rama logística, menciona algunas enseñanzas aprendidas durante este confinamiento respecto a la logística de última milla:
- Armar roles de trabajo para elevar la productividad.
- Los mejores días para entregar son los sábados y domingos.
- Estrechar la comunicación con el cliente final, agregando puntos de entrega más cercanos.
- Rediseñar las rutas en tramos más cortos, contar con pequeños Hubs.
- Entregar con trazabilidad total y en los menores tiempos posibles.
- Emplear empaques resistentes y mantener estrictas medidas de higiene.
Gracias por leerlo y espero te haya gustado!
Geovanny Valdez
Logística de Aprovisionamiento y Distribución 