Cisne negro


Como resumen de muchas de las entradas ya sean mías o de mis compañeros. El coronavirus ha sido un cisne negro. Se puede resumir como un acontecimiento inesperado con consecuencias socioeconómicas que a posteriori era previsible. Así pues, esta crisis inesperada ha afectado a casi cualquier nivel nuestras queridas cadenas de suministro.

Las cadenas de suministro son cada vez más sofisticadas, más vivas, más sutiles. Son organismos vivos y, como tales, son susceptibles a sufrir enfermedades. Y la peor de todas es, sin lugar a duda, se rompa uno de los eslabones. Una simple cadena sería, proveedor de materia prima, fábrica y cliente final. Veamos una ampliación en la siguiente imagen.

En este caso, según un estudio de Dun & Bradstreet, 51.000 empresas tiene un proveedor de tier-1 en Wuhan y, al menos, 5 millones, como un proveedor de tier-2. Esto que supone, una afectación global a casi todas las empresas.

Por tanto, esto va a ser un punto y a parte. Muchas empresas van a repensar su modelo de cadena. Van a diversificar su parque de proveedores, no depende casi por completo de las empresas de un país o, más allá, de una región. 

Los modelos van a presentar una resiliencia y contemplar nuevos riegos y los costes asociados. Poderse adaptar a los próximos cisnes negros que puedan venir.

En caso de que queráis ampliar la entrada, os dejo el artículo completo

Deja un comentario