Dark stores, la apuesta tras el incremento de las compras online


La pandemia de la Covid-19 puso en jaque el mundo hace ya un año. 

En aquel momento, el sector logístico, así como muchos otros, se vio afectado por la crisis sanitaria y tuvo que adaptarse para garantizar la distribución y la seguridad. 

Después de un 2020 con una movilidad comprometida, se han evidenciado nuevos patrones de demanda en los consumidores. Si bien el auge del comercio electrónico venia siendo continuo en los últimos años, en el periodo de la pandemia de COVID-19 ha experimentado un crecimiento considerable. Según un estudio de eMarketer la tasa de crecimiento del comercio electrónico fue de 27,6% a nivel mundial en 2020. 

Según el Informe elaborado por AECOC , el sector logístico destaca como principales problemáticas a las que tuvo que hacer frente, la variación en los patrones de consumo y la volatilidad de la demanda. Ante el auge de las ventas online, el sector apuesta por nuevos modelos logísticos. En este aspecto, la crisis sanitaria ha servido para acelerar una tendencia que desde hace años apunta a un nuevo modelo de ventas que rompe con el sistema tradicional: las Dark Stores.

Cada vez son más las grandes cadenas que apuestan por este modelo de tienda. Para el que no lo sepa, las dark stores son negocios que no están abiertos al público. Se trata de las tiendas físicas, que se han convertido en centros de distribución al por menor o centros logísticos, que gestionan, abastecen y preparan los pedidos de compras online, y los envían directamente a los clientes.

Ante el incremento de la demanda online grandes empresas como El Corte Inglés o DIA han apostado definitivamente por este modelo que permite abaratar costes y realizar envíos a domicilio. El modelo importado por los estadounidenses puede ser hasta tres veces más barato que el de la tienda presencial.

Sin embargo, cerrar una tienda al público no es algo tan sencillo. Por una parte, se trata de una opción válida para la empresa ante las tendencia de compra de los consumidores. Por otro lado, es fundamental no perder la perspectiva de que una parte de la clientela sigue acudiendo a las tiendas físicas habitualmente a comprar, una clientela que no interesa perder.  Se trata de uno de los grandes retos a los que se enfrenta tanto el sector logístico como el de retail en este nuevo contexto. Hay quien opina que “no habrá un modelo ganador” y se habla de la versión híbrida entre tienda abierta al público y dark stores, como opción más exitosa.

¿Vosotros que opináis?

Olga Martín

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