Durante la pandemia, todos los estudiantes que estudiábamos presencialmente, hemos sufrido un cambio radical en nuestra forma de funcionar. Tras la forzosa y rápida necesidad de adaptación a este modo de operar por parte de las universidades, se han evidenciado una serie de problemas que se podrían resumir en falta de recursos informáticos, problemas de re-adaptación de las asignaturas presenciales o falta de capacidad de concentración para seguir las clases, entre otros.
Sin embargo, yo creo que de todo hay que sacar la parte buena. Durante esta etapa, estamos viviendo también un contexto más flexible,ya que las clases se graban, un ahorro de dinero en cuánto al transporte/piso o un mayor aprovechamiento del tiempo de estudio.
Mi reflexión es, ¿no creéis que funcionar de forma híbrida entre online y presencial sería la mejor de las opciones? Tras investigar un poco, no he visto grandes universidades que ofrezcan esto. Todo sería cuestión de planteárselo de forma eficiente, igual sería positivo tanto para alumnos como para universidades.
Espero vuestra respuesta
Nacho
Logística de Aprovisionamiento y Distribución 
Desde mi punto de vista, coincido en el ahorro que se genera al recibir clases de manera on-line, sin embargo se deberia trabajar mas en la pedagogia de este metodo de educación, ya que el número de horas que se recibe en un mismo día genera más cansancio que aprendizaje. Esta nueva modalidad de estudio es la que mayor beneficio genera a personas que tengan que combinar el estudio con la vida laboral, en donde se puedan adaptar a recibir clases desde cualquier lugar y en la hora que deseen por el beneficio que generan las clases grabadas y los recursos comportidos por este medio.
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