La decadencia del campo español


En ocasiones podemos llegar a centrarnos de manera excesiva en el futuro, en las nuevas tendencias y en los nuevos descubrimientos, pudiendo llegar a dejar de lado aquellas cosas que nos han hecho llegar a donde estamos hoy. En este caso hacemos referencia al campo español, un campo que ha mantenido a la mayor parte de la población durante siglos y siglos, pero que a pesar de esto se está dejando de lado en favor de nuevas empresas y negocios novedosos.

Primero hay que centrarse en las ineficiencias actuales que existen, ya que en lo que refiere a España, el medio rural supone el 84,3% del territorio nacional, pero tan sólo un  16,7% de la población se encuentra empadronada en él. Además de esto, el 60% de los municipios españoles tienen menos de 1.000 habitantes, ocupando estos el 40% de la superficie y apenas concentra el 3% de la población. Según el Centre d’Estudis Demogràfics (CED), tras analizar un total de 4.925 municipios, concluye que 1.840 de ellos desaparecerán de forma irreversible, con perspectivas especialmente fatales en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Teruel y la Rioja por causas como el descenso de la emigración y la natalidad en la zona y una mayor mortalidad por envejecimiento.

Existen muchas razones que han llevado a que el campo se encuentre en una situación crítica, y la mayoría de ellas están relacionadas con la despoblación y el abandono de los campos con el fin de encontrar trabajos con mejores condiciones laborales y económicas. Todo esto empezó en el siglo XX, y a pesar de que la sociedad haya subsistido durante siglos de la agricultura, los fuertes cambios económicos y sociales acaecidos en estos últimos años han afectado a un sector que no ha sabido modernizarse, un sector que parece que esté abocado al fracaso, un sector del cual han vivido familias enteras y ahora está despoblado.

Las perspectivas a futuro no son esperanzadoras, ya que sumado a los problemas existentes, se encuentran los recortes de la Política Agraria Común (PAC), con lo que el campo español perderá cerca de 925 millones de euros al año.

Ante esta situación sólo queda la opción de actuar lo antes posible, y para ello hay que actuar ya, el sector está en una situación crítica, donde cada vez hay menos agricultores y los pocos que quedan sufren para lograr un resultado positivo al final de año. El futuro siempre es incierto, pero es triste pensar que ese sector del cual han vivido nuestros padres y abuelos, que ha mantenido  la economía del país durante siglos y el cual ha sido tan importante a lo largo de la historia, pueda morir por el hecho de no haberse adaptado a los nuevos tiempos.

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