Un compañero del máster escribió un post sobre la situación del Canal de Suez y su bloqueo por un buque. Tras la lectura del post, empecé a buscar información sobre las rutas mercantes y las posibles alternativas a este bloqueo del canal y leí sobre el deshielo del Ártico.
Las aguas del Ártico se están volviendo cada vez más accesibles provocado por el deshielo acelerado y el número de viajes de buques de carga y barcos pesqueros. Mientras la comunidad científica advierte de los impactos globales que tiene y tendrá la pérdida de masa polar, el comercio internacional aprovecha las nuevas rutas comerciales que se abren para ahorrar distancias en el transporte de mercancías o de recursos fósiles como el petróleo, en tanto que los buques de crudo también se han multiplicado por dos durante los meses de mayor frío, pasando de 72 viajes en 2016 a 159 en 2020.
Además, por este deshielo, se han encontrado nuevas zonas de pesca y búsqueda de hidrocarburos, lo que llama a las multinacionales a explotar cada vez más esta parte del océano:
A mayor número de buques, más se incrementa el deshielo y se calientan las aguas y, a su vez, más barcos pueden circular por la zona
Esta nueva ruta, sin embargo, permite ahorrar tiempo de trayecto y abaratar los costes del viaje, ya que se reduce la cantidad de combustible utilizado y el pago de tasas por el uso de canales como el de Suez o Panamá.
Tras esta presentación de datos e información se entra en el debate de si se debe seguir explotando la ruta comercial y los recursos que se han convertido en más accesibles o si se debería prohibir el tránsito y la explotación del océano.
Logística de Aprovisionamiento y Distribución 