¡¿Qué ven mis ojos?!


Como hemos visto en clase, una de las claves en la toma de decisiones para diseñar un producto es el marketing directo a la cara, el facing.

El facing es la forma de distribuir visualmente los productos en tienda teniendo en cuenta la superficie que ocupan. El marketing estudia la mejor forma de que un producto sea visualmente atractivo para el cliente y, además, plantea la mejor ubicación espacial del producto óptima para aumentar las ventas.

Las marcas pujan por las mejores ubicaciones para ello hay que adaptar el diseño del productos y las unidades de carga a parte de a los caprichos del consumidor, a la comodidad y el espacio disponible para el producto en la tienda.

Sin embargo el producto hay que transportarlo tanto de la fabrica al almacén como del almacén a la estantería y ambas operaciones tienen que buscar siempre la forma óptima. Por ello el diseño de la unidad de carga tiene que tener en cuenta no sólo el producto en sí, sino su transporte y manipulación para llegar al cliente final, con sus estándares y hábitos de consumo peculiares en cada caso.

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