Un dron es también conocido como UAV (Unmanned Aerial Vehicle), y está compuesto normalmente de entre cuatro y ocho hélices, de un GPS, una cámara, control remoto y que, para que funcione, se necesita que una persona lo manipule y supervise. La función principal de los drones consiste en trasladarse a cualquier lugar, incluso penetrando en zonas de difícil acceso. Inicialmente se emplearon en el ámbito militar, pues al ser más económicos y pequeños que los helicópteros y, no estar tripulados, evitaban poner en riesgo a las personas.
En el campo de la logística, los drones podrían aportar nuevas funcionalidades a los almacenes y a la entrega de las mercancías, debido a que, si se los implementara, las empresas tendrían beneficios respecto al alto ahorro en los costes de distribución, mayor rapidez en las entregas, posibilidad de llegar a zonas de difícil acceso, reducen el tráfico urbano y las emisiones de CO2, ayuda al control de inventarios y a los desplazamientos dentro del propio almacén.
Sin embargo, aún quedan algunas mejoras pendientes que realizar antes de que se utilicen en gran masa en la logística, como, por ejemplo: la creación de estaciones de carga, por el limitado tiempo de autonomía que poseen, que ronda por las dos horas máximo. Regular el espacio aéreo sin violar la privacidad de las personas, analizar su conducción para que sea en gran porcentaje autónomo; y, analizar las situaciones de riesgos en el caso de que uno de estos perdiera el control y se destruyera, desprendiendo piezas que podrían caer sobre las personas.
Gracias por leer el post.
Geovanny
Logística de Aprovisionamiento y Distribución 