Empiezo por mostrar alguno de los escenarios que nos espera en materia económica a nivel mundial. A sabiendas de todos o “casi todos” el COVID-19 es la tendencia de lo que se habla hoy por hoy y muy probablemente se tomará su gran lugar en la historia, como una revolución microscópica detuvo al gigante planeta tierra.
En materia de logística que es nuestra área de especialidad en este blog, se preguntan muchos ¿Qué va pasar con los empleos? ¿Cómo se afectará o se está afectando la logística? ¿Cuándo volverá todo a entrar en normalidad?, entre muchas otras cuestiones; pero lo es cierto es que no tenemos de momento nada cierto ante esos interrogantes.
Según comentó Nabil Malouli (vicepresidente mundial de e-commerce en DHL Supply Chain) “La creciente evolución de la demanda ligada al comercio electrónico forzará a más del 50% de las empresas a realizar algún tipo de cambio en su estrategia de distribución antes de cinco años”, algo que considero que se ha quedado corto en vislumbrar puesto a que hoy en día “El ecommerce crece un 55% por el coronavirus” algo que sin lugar a duda ha colmado los deseos y necesidades de las personas en el confinamiento, puesto a que el cierre de las tiendas físicas y las medidas restrictivas de salir, siendo lo único que les queda a las personas es descargar una app en sus móviles o desde las páginas web y hacer un pedido.
Es así como los volúmenes comerciados por este medio ha traído consigo el aumento de puestos de trabajo en los centros logísticos, la expansión de más plataformas, más empresas de reparto en acción y los tiempos de entrega aunque con retardos significativos, pero aún así las personas no tienen otra opción que esperar, claro está que en algunos casos no se realizan los envíos por priorizar los bienes de primera necesidad.
“No es posible construir el futuro basándonos en modelos, infraestructura y tecnólogias del pasado… puesto a que cada vez cobra más sentido la gestión de cadenas de suministro omnicanal” Malouli. De allí que se consideren los sistemas de información como los integradores de la información de stocks, pedidos, devoluciones y más; el almacenamiento para asegurar que se conozcan con exactitud los inventarios en tiempo real, y se asegure calidad en los productos a entregar a los consumidores; y por último la distribución ayuda a conocer los puntos a entregar y hacerles la trazabilidad de los mismos, además ayuda a mirar al futuro observando las tendencias y necesidades de los clientes.
Para terminar “en la materialización de la logística digitalizada, hay personas sin cuyo trabajo no sería posible cumplir con los objetivos de la misma. Hay que pensar en las personas que físicamente entran en contacto con las mercancías para posibilitar que lleguen a su destino” Jacobo Peris. Lo que aún demuestra que aunque muchos empleos dentro de la logística tiendan a desaparecer, son muchos otros que aparecerán y está en nuestras manos el crear estrategias para las nuevas tendencias logísticas.
Saludos,
Milbert Vitola.
Logística de Aprovisionamiento y Distribución 