Puntos que hacen la diferencia


Repasando los apuntes de clase e intentando seleccionar un tema interesante para compartir por este medio, llamó mi atención un titular que anunciaba “Diseño pensando en TODOS”. Debo reconocer que hasta ese momento no había reparado en quienes podían quedar incluidos en ese “todos”. Especialmente nunca había considerado la necesidad de un packaging inclusivo y en la dificultad que supone la diferenciación de productos para las personas no videntes o con baja visión.

Enseguida seguí preguntándome, ¿cuántas actividades realizamos en nuestra vida cotidiana que nos parecen tan simples y para otras personas pueden ser todo un desafío? ¿cuántas cosas más naturalizamos y no consideramos en las diferencias humanas?

Actualmente, gran parte de los productos que se ofrecen en los supermercados no tienen etiquetado en braille y la información que aparece en los envases es minúscula. Al tacto, una lata de refresco es idéntica a una de cerveza, y un brick de leche a uno de vino. Para concientizar sobre lo anteriormente dicho, la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha lanzado la campaña “Alimentos con su punto”; la cual incluye el video que se comparte a continuación:

En este video se puede apreciar al cocinero Sergio Ramos tratando de preparar un desayuno a partir de alimentos de la nevera todos pintados de blanco y sin identificar, “poniéndose en la piel” de una persona no vidente. Ilustra gráficamente las dificultades que se presentan a diario para estas personas y permite aproximarse a la experiencia con un poco de humor ya que ¡finaliza poniéndole vino a sus cereales!

 Para paliar la falta de accesibilidad, en febrero de 2019 se anunció el inicio de un proyecto de colaboración entre Lacía (agencia especializada en diseño de packaging) y la Comisión Braille Española (CBE). La CBE asesorará en el diseño de empaquetado de productos para que los envases sean más accesibles a dichas personas.

Como alternativas intermedias, mientras el mercado se actualiza en la adopción del empaquetado inclusivo, se están desarrollando diferentes e interesantes proyectos. Actualmente, las etiquetas reutilizables CanDo, disponibles en Canadá y EEUU, facilitan la identificación del contenido de los distintos envases en el hogar a través de anillos de plástico semiflexible, 100% biodegradables y compostables. Su uso es muy sencillo, es como envolver una lata con un brazalete y, además de ser reutilizable, se pone y quita fácilmente.

También hay alternativas desarrolladas a partir de softwares o páginas web, como es el caso de Alblin, primera tienda online en ofrecer productos con etiquetado en braille; o el caso de Envision Al, Pocket Vision, o Cash Reader, apps diseñadas para utilizar la cámara del móvil e identificar productos o billetes.

La naturalización quita la posibilidad de pensar las cosas de otra manera, de ponernos en distinta perspectiva y considerar otras realidades. En gran parte, el mercado homogeneizado para cierta experiencia de consumo aporta lo suyo al mismo fin. Sin dudas, es imprescindible diseñar envases pensando en todos. La accesibilidad y universalidad deben ser metas en el desarrollo de productos y bienes de consumo, en el camino hacia una sociedad más justa e igualitaria.

¿No les parece increíble que unos «simples puntos» pongan tanta distancia en el acceso al consumo de manera considerada a todo un sector de la sociedad?

¡Hasta la próxima!

Magdalena Cabrera

2 comentarios en “Puntos que hacen la diferencia

  1. Un tema bastante interesante, pero al mismo tiempo menospreciado!
    Me interesaría saber cuál sería el coste adicional para los productores si todos los productos estuvieran equipados con braille. Las etiquetas reusables me parecen bastante dificil reusar, es decir la logística inversa para reusarlas…
    Personalmente creo que las aplicaciones digitales tienen una clara ventaja en este ambito. Por ejemplo, las gafas aumentadas o las gafas inteligentes probablemente sean las que mejor resuelvan el problema, ¿qué opinas?

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    • Las etiquetas reutilzables serían solo para uso en el hogar, para facilitar la identificación de los productos que hoy en día no estan identificados en el packaging. Las aplicaciones digitales claro que están bien, pero lo importante es que desde el gobierno haya una legislación que obligue a las empresas, como es en el caso de los medicamentos. De forma voluntaria, con los sobrecostes que implican, las empresas solas no lo van a hacer. Espero haber respondido tu pregunta. Y gracias por leer 🙂

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