Eficiencia en rutas de recogida de basura


Ayer a mediodía vi una noticia que, en un primer momento, no me llamó especialmente la atención: unos trabajadores de la empresa municipal de recogida de residuos de Alcorcón (ESMASA) han desarrollado un algoritmo que les permite optimizar las rutas en función del nivel de llenado de cada contenedor.

El algoritmo es sencillo. Se hicieron mediciones diarias de la profundidad desde el buzón del contenedor hasta la capa de basura. Y con esta base de datos pueden saber estadísticamente el llenado de un contenedor cada 24 horas. Esta información se les comunica a los encargados de la recogida a través de una aplicación que han llamado «Rayos X». Ellos acuden a aquellos puntos que tengan los porcentajes de llenado más elevados.

Creo que esta noticia pasó desapercibida para mí porque nos hemos acostumbrado a ver otro tipo de innovaciones: que si drones, automatización, IoT… A su lado, un algoritmo para recoger basura no suena muy atractivo.

Ahora me parece una idea fantástica. Y espero que otros ayuntamientos hayan tomado nota porque en ESMASA han sabido ver dos cosas. La primera, que dependiendo de la densidad poblacional o de los hábitos de vida de los residentes se consume diferente y, en consecuencia, se desecha diferente. La segunda, lo que dicta la teoría de las redes de distribución: en productos de bajo valor el objetivo es buscar el modo de transporte más eficiente posible.

Con esta iniciativa han logrado reducir el número de camiones de las rutas pasando de 9 a 7 camiones en el turno de las mañanas, y se recoge la misma cantidad de residuos.

No han necesitado sensores, ni pesos, ni mucha tecnología; solo de estadística y nociones de programación. La eficiencia no tiene por qué ser cara.

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